El elemento constante en todas las manifestaciones plásticas del arte es el dibujo.
El dibujo es la técnica primordial y básica de todas las manifestaciones de las artes plásticas. Detrás de cada manifestación artística (pintura, escultura, cerámica, entre otros) se vislumbra la ejecución, real o mental, de un dibujo previo. Gracias al dibujo es posible resolver determinados problemas planteado, por ejemplo, a la hora de realizar un cuadro, la valoración de tonos, la composición de forma o la perspectiva, no se podrían solucionar fácilmente si no se tuvieran los conocimientos y la práctica del dibujo.
La delineación de la forma sienta las bases de todas las artes visuales (incluso la escultura); por lo que el dibujo es una de las ramas más importantes de estudios en las escuelas de arte, arquitectura e incluso ingeniería.
Dibujar es una representar gráficamente bajo un color exclusivo, generalmente, el negro, los dos aspectos que toda imagen presenta: la forma y el volumen, ya sea sobre una superficie, generalmente plana, por medio de líneas o sombras, de objetos reales o imaginarios o de formas puramente abstracta.
Para comprender en toda su magnitud el concepto global del dibujo, será preciso que el lector reflexione sobre un hecho simple, pero muy importante: el ser humano ve los objetos en relieve, y estos objetos tienen un volumen. He aquí donde radica la dificultad a la hora de dibujar, puesto que se tiene que expresar en dos dimensiones (en el papel de trabajo) aquello que se ve en tres dimensiones (forma y volumen) sin el apoyo del color, el dibujo deberá recurrir fundamentalmente al estudio de las proporciones y al análisis de las sombras.