El volumen

 

            El volumen es, junto con la forma, uno de los aspectos que distingue a los objetos que nos rodean. Depende de la luz y, por consiguiente, de las sombras

 

 que ésta produce. La definición correcta del volumen de un objeto consiste en valorar exactamente las intensidades de sus sombras.

 

            Podemos establecer dos clases de sombras: las propias y las proyectadas.

 

Sombras propias son las que se origina el objeto a sí mismo, y las proyectadas son las que produce en las superficies vecinas. También hay que tener en cuenta 


los reflejos producidos por la luz que proyectan las superficies u objetos vecinos, ya que aclaran la sombra propia.


Entre la luz y la sombra, hay una zona de transición o de medias tintas, y que puede variar en extensión dependiendo de la intensidad de la luz.

 


            Para la realización del volumen y de las luces se puede partir incluso de un dibujo realizado con anterioridad, para de este modo apreciar las diferencias de los

 cambios de tonalidad en los realces.

            Las luces se insumen a partir de la situación de las sombras, las cuales actuaran por contraste con respecto a las zonas más claras.

 

 

 

              EJERCICIO


            Para adquirir destreza y presición a la hora de representar las sombras, proponemos practicar con el lápiz muchos grises distintos.

Es muy útil la realización de un degradado como éste. Debe realizarse de forma progresiva, teniendo en cuenta los contínuos contrastes de tono.